Las siete personalidades al volante

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Las siete personalidades al volante
Un estudio de Goodyear y la LSE sobre seguridad vial identifica nuestros patrones de comportamiento al interactuar con otros conductores. Y lo más curioso es que casi todos mutamos de unos a otros
Eduard cano
Ya sea en vacaciones o en el trayecto diario hacia el trabajo, el tiempo que pasamos en la carretera puede convertirse en una experiencia frustrante y estresante, como señalan los psicólogos de la London School of Economics and Political Science (LSE) en un estudio sobre seguridad vial realizado en colaboración con Goodyear .
Elaborado desde el punto de vista de la psicología social, identifica diferentes patrones de comportamiento que seguimos al interactuar con otros conductores. Y demuestra que nuestra respuesta está condicionada por la forma en que gestionamos nuestros sentimientos y por nuestra incertidumbre en relación a la conducta de los demás conductores.
Con la ayuda de grupos de debate y entrevistas en profundidad con conductores europeos, los investigadores han identificado siete tipos de personalidades que se manifiestan de forma habitual:
1- El profesor: necesita asegurarse de que los demás conductores saben en qué se han equivocado y espera que se reconozcan sus esfuerzos por enseñarles.
2- El sabelotodo: piensa que está rodeado/a por perfectos incompetentes y se contenta con gritar con condescendencia a los demás desde la protección que le brinda su coche.
3- El competitivo: necesita ir por delante de todos y se enfada si alguien se interpone en su camino. Es probable que acelere si intentan adelantarle o que cierre el paso para que nadie le adelante.
4- El justiciero: le gusta castigar a los demás conductores cuando cree que han hecho algo mal. Puede acabar por salir del coche o interpelar directamente a otros conductores.
5- El filósofo: acepta las faltas de los demás de buen grado e intenta darles una explicación racional. Controla sus sentimientos cuando conduce.
6- El evasivo: trata a los conductores que cometen infracciones de forma impersonal, al considerarlos simplemente un peligro.
7- El fugitivo: escucha música o habla por teléfono para aislarse. Los fugitivos se entretienen con las relaciones sociales que han escogido para no tener que relacionarse con los demás conductores. Se trata también de una estrategia para no sentirse frustrados desde el primer momento.
«La mayor parte del tiempo podemos sentarnos cómodamente en el coche y disfrutar del viaje, pero en cualquier momento podemos vernos obligados a interactuar con otros conductores. Esto convierte a la carretera en un entorno social complicado e incierto. Aunque solemos preocuparnos de cómo conducen los demás, el estudio sugiere que su forma de actuar también depende de lo que hagamos. Somos nosotros los que creamos esas personalidades que nos disgustan», señala Chris Tennant, psicólogo social a cargo del proyecto de investigación en la LSE.
«Desde una perspectiva psicológica, los diferentes tipos de personalidades constituyen válvulas de escape que los conductores emplean para lidiar con sus emociones y sentimientos de frustración. Nadie encaja constantemente en un tipo u otro. En función del momento y de la interacción que se produzca, casi todos podremos reconocernos en varios de estos perfiles», incide.
«Estas conductas pueden ocasionar situaciones peligrosas en la carretera. Saber qué tipo de conducta solemos manifestar y qué situaciones la provocan es el primer paso para controlarla mejor y hacer así de la carretera un lugar más seguro para todos. Aparte de la aplicación efectiva de leyes contra la conducción agresiva, la educación y el conocimiento adquirido con la experiencia siguen siendo las estrategias más poderosas para tratar los aspectos sociales y emocionales de la conducción y para lograr los mayores avances en seguridad vial», ha declarado Olivier Rousseau, de Goodyear.
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